Entre el paseo por Grecia y los siguientes acontecimientos transcurrió un mes de noviembre muy familiar, donde los los acontecimientos dieron paso a más historias internas que externas. Pero en la búsqueda de no seguir dilatando la historia (que ya la deje con una prolongada pausa), continúo desde el siguiente fragmento.
Tampoco es necesario llevar una continuidad, así que si están aquí presentes sin haber leído nada de lo que sucedió antes, los invito a leer igual el siguiente delirio que en algún momento viví y en algún otro escribí.
19/12/23
Qué decir frente a una sociedad donde todo se caracteriza un poco por “funcionar”. A veces uno se pregunta ¿a qué costo? Porque, seamos sinceros, hay un sinfín de cosas que no funcionan. Y no solo eso, sino que parece que nos complican la vida a propósito, solo para darle sentido a una burocracia que rara vez lo tiene.
Por ejemplo, para conseguir un trabajo necesitas un número fiscal. Hasta ahí todo bien, ¿no? Pero para obtener ese dichoso número fiscal, primero necesitas un Anmeldung, o sea, el registro de residencia. Ah, pero para tramitar el Anmeldung tienes que estar alquilando un lugar, y no cualquier lugar, sino uno donde el dueño esté dispuesto a firmarte el “Wohnungsgeberbestätigung”, que básicamente es un certificado de que existes para el sistema. Y aquí viene la joya: para que alguien te alquile ese lugar, muchas veces te piden que tengas un trabajo. Es como ese juego infantil donde persigues tu propia cola, pero con menos diversión y más papeleo.
Okey…
Estaría teniendo problemas para encontrar el inicio del hilo, si es que lo hay claro está.
Bueno, como todo se consigue con perseverancia. El inicio del hilo consiste en encontrar a aquellos sujetos que te abren la puerta para que uno se meta en el círculo. Como en la Argentina cuando uno busca trabajo por primera vez y todos te piden experiencia, pero ¿cómo demonios vas a tener experiencia si nadie te da una oportunidad?.
Al final conseguí una habitación en un piso compartido en Mannheim. En una zona muy bien ubicada, bien cerca del centro. Una habitación hasta el 24 de marzo, después se verá que sucede. Por otro lado, conseguí trabajo con una empresa que redirecciona a sus empleados a distintos restaurantes (comedores, o diversas variantes), en el área de cocina. Yo solo me la complico igual, tenía un posible laburo a dos cuadras de mi casa y elegí irme por el fluctuante cambio que a veces me manda a pueblos a una hora de viaje. Era eso o ser mozo, y considerando mi alemán de supervivencia, la cocina parecía la opción menos peligrosa. En fin, tomé una decisión y la otra se quedó guardada en el bolso de las dudas para la posteridad.
Hoy me tocó ir a un catering para una empresa de innovación tecnológica en Worm. Para llegar tenía que tomarme un tren y después tenía unos 3 km desde la estación central, que en bici eran unos 10-15 min… si conocías el camino. Pues bien, llego a las 6 de la mañana, después de una travesía épica: calles en obras, vueltas innecesarias, perderme, encontrarme (en el mismo lugar de antes, por supuesto), y todo porque Google Maps decidió que hoy no iba a ser mi amigo. Ah, y estaba oscuro y hacía frío. Porque claro, ¿cómo iba a ser de otra manera?
Llego al lugar, y lo primero que me encuentro es un protocolo de seguridad digno de una película de espías. Me piden el pasaporte, y yo, todo confiado, saco una fotocopia y se la entrego. ¿Resultado? Una mirada de “me estás cargando” acompañada de un tajante:
– Nein, nur mit dem Original . – Me dice de una manera muy poco agradable.
– Ich habe nicht. Ist in meinem Haus. – Le digo, medio incrédulo de que, a pesar de mi limitado alemán, estoy entendiendo que sin el original, nada. Aparte, la semana anterior había llegado tarde dos días por problemas con los trenes y ahora esto. “Valen el llegador tarde de Alemania”, buen título para incorporarse a una sociedad donde la puntualidad es importante..
– Ohne das Original können Sie nicht eingeben . – “Solo con el original podés entrar”
– Aber, was kann ich machen . – Insisto, buscando una solución milagrosa.
– Holen Sie es und kommen Sie zurück. – “Ir a buscarlo y volver”. Me suelta como si fuese cruzar la calle y volver.
– Ich wohne in Mannheim. Ist eine Stunde aus Fahren. – “Yo vivo en Mannheim, está a una hora de viaje” O eso trato de explicar, sabiendo que probablemente mi alemán sea tan útil como un paraguas roto en un huracán.
– Okay, sehr gut. – O como diríamos en criollo “Okay, me chupa un huevo”.
No creía que tuviera sentido seguir discutiendo con ese agradable sujeto. Resultado: llegué dos horas tarde, hermoso. Y lo más cómico es que, cuando finalmente aparezco, el chico del catering me recibe con un “¡Qué bueno que volviste!”, como si esto fuera algo habitual y muchos otros hubieran tirado la toalla.
Al final, ahora en casa, sentado, tranquilo, escribiendo, me río. Es estar aprendiendo un juego nuevo. No estoy muy seguro de que vaya a terminar sirviendo, pero algo será y ya lo descubriré… Eso sí, ahora llevaré el pasaporte siempre en la mochila, crucemos los dedos para que no pase nada.
Dato de color a seis meses de distancia, este día junto con otros dos “fatidicos días” en esta empresa (los otros dos en un asilo de ancianos) aun no me los pagaron. Sigo rompiendo las pelotas enfrentándome a la fastidiosa duda de “llamo o no llamo a los abogados” para reclamar mis horas de trabajo.
Recomendación: NO trabajen para GVO Personal
07/01/24
Bueno, llega un punto donde me pongo sentimental. Supongo que el hecho que vivimos hoy en día, donde podemos consumir gran cantidad de historias ajenas por medio de las películas, las series, los videojuegos, los libros, las historietas… Llega un punto que nos volvemos permeables a esta diversidad de vivencias y experiencias.Que el mundo no es simplemente un experimentar lineal de lo que la vida nos da y todos lo hacemos igual. Tampoco es que el dar de la vida tiene un orden o cierta prolijidad en aquello que nos brinda.
Algo que me hizo llegar mucho es nuestra propia permeabilidad. Somos seres totalmente pasajeros y en cualquier momento se nos puede terminar nuestro pasaje, llegar a un nuevo capítulo sea cual sea que fuere el contexto. En cualquier momento puede surgir una situación que nos cambie la existencia al 100 por ciento… ¿Y entonces que?
El tiempo avanza y nosotros nos dejamos llevar emocionalmente por boludeces y mientras todo sucede.
Aquello que no imaginamos como posible de repente ya está pasando y ya pasó. ¿Donde se fue? No sé…
10/01/24
Parece todo tan lejano en cierto punto. Me pongo a pensar en esos momentos en qué estaba caminando por las montañas que rodeaban el refugio Elisabetta. Enfrentándome a la soledad y a mis propios miedos. A aquello que la montaña siempre está dispuesta a mostrarte de vos mismo, ser uno con el paisaje.
Acá, un par de meses después, el mundo es totalmente distinto. Pero igual hay que buscar ser uno con el paisaje. El punto es disimular ¿no? Por lo menos en aquello que la sociedad busca ordenar. Después, dejar de disimular aquello que somos.
Pero ahí está lo extraño, en la montaña no hay nadie ni nada con quién uno quiera destacar. La montaña te envuelve en su misticismo, en sus rocas y sus desniveles. La ciudad te envuelve en una rutina de cemento, luces y ruidos. Dónde el tiempo no es una cuestión de luz de día, sinó que la importancia incurre en un apretado cronograma que todos hemos de cumplir.
Ya llevo casi un mes trabajando en Alemania. Hoy fui al sexto lugar al que fui en un solo mes. Rotando por un restaurante gourmet, otro en un castillo, un asilo de ancianos, dos salones de eventos y una fábrica de innovaciones.
07/01/24
Otro año… Me empieza a pasar lo mismo que siempre cuando escribo en enero, lo primero que hago es poner el año anterior, borro y corrijo.
Quería comentar que después de tanta locura, tengo todos los papeles que necesitaba. La burocracia no me venció.
Tengo el Anmeldung, tengo el Wohnungsgeberbestätigung, tengo el Steuer-ID, tengo el Socialbeverung o como sea que se escriba y bueno, creo que eso es todo por ahora.
Por ahora…
Cabe aclarar que los sucesos transcurren siempre en un tiempo pasado. Aquello que ha acontecido sufrió el paso del tiempo antes de ser traducido a las palabras. Lapso sobre el cual la mente ha podido analizar e interiorizar aquello que vivió desde perspectivas distintas a la espontaneidad del momento presente. Las fechas buscan darle un orden a aquello que se lee, pero igual está condicionado al desorden interno que pierde la precisión de la línea temporal.
Demás está decir que muchas cosas van a estar desordenadas y también cuenta con muchos sucesos que son adheridos en la transcripción o corrección del texto, dando avances sobre la fecha dada originalmente. Quedando a elección del lector buscar armar el rompecabezas como corresponde o simplemente leerlo dejándose llevar por la nueva cronología dada por las palabras escritas.
Por otro lado, como siempre digo, estoy abierto a comentarios acerca de todo lo que he escrito. O también es un placer que igual me escriban contando cómo están ustedes. Cualquier cosa que continué el intercambio me hace feliz y siento que enrice un montón. Todo esto puede ser en la cajita de comentarios que se encuentra aquí abajo.
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Les mando un gran abrazo desde donde sea que estén viendo esto y gracias por leer!
4 comentarios
Que buen texto para desconectar en medio del ruido de la ciudad , ubicada en el arco 46 por donde pasa el tren cada 3 minutos . Lo leía sintiéndome en la punta de aquella montaña en aquel refugio … esperando por más de esto♡
Gracias por estas palabras <3 Me alegra que haya llegado! Ya se vendrán nuevos capítulos!!
Coincido con Jessica, estoy en la oficina y me sentí adentro del relato todo el tiempo que estuve leyéndolo, como si fuese en primera persona. Mas allá de las burocracias y de las empresas que no pagan lo que deben pagar, que hermosas experiencias y lugares conocidos. Las fotos son tremendas, como siempre. Me gustaría saber un poco mas sobre el castillo en el que trabajaste ya que desde este lado del mundo nos parece algo super lejano y flashero. Por mas relatos y fotos amigo! Gesundheit!!
Que lindas palabras! Gracias <3 Es todo parte de la aventura creo y son los condimentos que le dan más sabor. Al gusta mucho conservarlo como historia más allá de que en el momento uno se estrese un poco.
El castillo no tiene una gran historia personal en si. Es un castillo reacondicionado que funcionaba como Restaurant y salón de eventos. Estuve tres días yendo ahí a la cocina a hacer producción y ayudar al Chef con el servicio. En todos los lugares que mencione siempre estaba en la cocina, con diversas tareas, pero siempre en la cocina.
Gesundheit amiga y gracias!